Muchos jugadores pudieran aconsejarte que establecer un punto de parada cuando estás ganando o perdiendo una cierta cantidad en un juego de cash, es una buena idea.
Si bien hay algún mérito en detenerse cuando se está perdiendo, si las circunstancias ya no son ideales, esto no es una fórmula mágica.
Detener una sesión no tendrá ningún impacto en la varianza
Algunos creen que cuando la varianza se manifiesta durante una sesión difícil, el problema puede aliviarse finalizando la sesión. Quienes se suscriben a esta teoría creen que cuando vuelvan a abrir las mesas más tarde, su suerte habrá cambiado, pero la verdad es que la suerte simplemente no funciona de esa manera.
No puede omitir situaciones malas que habrían sucedido al finalizar una sesión. Cada mano que juegas en tu vida es una mano aleatoria que sale de la parte superior de una baraja de cartas. La suerte no tiene memoria y nunca cambia en función de lo que sucedió antes. Cuando abandona una sesión, la probabilidad de que la siguiente mano sea afortunada o desafortunada para usted es, exactamente la misma que habría sido si simplemente se hubiera quedado y hubiera recibido la siguiente mano en su sesión. Si le han repartido ases dos veces seguidas, las probabilidades de recibir ases en la próxima mano siguen siendo las mismas.
Las rachas en las que su varianza está muy por encima o por debajo de la expectativa, ocurren, pero no puede preverlas ni afectarlas al cerrar una sesión.
Detenerse cuando se está ganando no optimiza las ganancias, las perjudica
Tener una cantidad de ganancias que lo lleve a cerrar una sesión y reservar su ganancia, también es algo que se basa en una lógica defectuosa. Proteger su ganancia no tiene sentido cuando piensa en su vida de juego de póker como un flujo continuo de millones de manos. Los puntos exactos en los que elija detener o reiniciar una sesión nunca afectarán ni un centavo las ganancias que obtenga durante su vida.
Si está ganando en un juego, pero quiere salir porque siente que el juego ya no es rentable para usted, esa es una decisión sensata basada en un juicio lógico. Cuanto más tiempo permanezca en una mesa si es un perdedor, más perjudicará sus márgenes de ganancia.
En el extremo opuesto, si eres un jugador ganador en el juego en el que estás sentado, ¿por qué detenerte simplemente porque estás ganando? Cada mano que juegues generará ganancias, así que, siempre que te sientas listo, sigue jugando. Cuanto más tiempo sigas jugando en ese juego, más dinero obtendrás en promedio.
Otro punto importante para recordar es que, si te acercas al póker de manera profesional, tus ganancias mensuales vendrán luego de poner el volumen necesario de manos en los juegos correctos, y detener las sesiones antes, solo obstaculiza la cantidad de volumen que pones, perjudicando tus ingresos.
Detenerse cuando se está ganando también es significativamente peor que detenerse cuando se está perdiendo, porque normalmente mientras ganamos estamos jugando lo mejor que podemos y sintiéndonos bien con nuestro juego. Si te sientes así, deberías jugar. Si se siente relajado y como si estuviera jugando bien, incluso puede considerar agregar más manos a su sesión.
Tener un límite de pérdidas no es la mejor manera de afrontar el tilt
Algunos jugadores dirán que, fijar una cifra para detenerse cuando estás perdiendo, ayuda a minimizar la cantidad de tiempo que estás jugando mientras estás en tilt, mejorando así sus ganancias. Hay algo de verdad en esto, y debes detenerte en cualquier momento que creas que no estás jugando lo suficientemente bien como para ganar en el juego en el que te encuentras, pero no es una solución a largo plazo para combatir el tilt.
En primer lugar, es muy difícil ceñirse a una cifra determinada de pérdidas para detenerse cuando te encuentras en tilt. El tilt en sí puede hacer que los jugadores sigan jugando sin tener en cuenta sus propias reglas. Por lo que detenerse cuando se ha alcanzado una cierta cantidad de dinero perdido, puede ser un plan de contingencia a corto plazo, pero no es seguro que funcione y no es la solución que necesita a largo plazo.
En realidad, siempre hay razones ocultas por las que te enojas en la mesa. Pocas de ellas son racionales cuando realmente analizas el póker y cómo funciona el juego. La gente podría pensar que la suerte les debe el bote porque tienen ases, o que un oponente está obteniendo más de lo que le corresponde. Es posible que jueguen sesiones más cortas porque la varianza está en su contra y se sienten desmotivados, o tienen miedo de perder otra sesión. Todas estas cosas tienen sus raíces en las emociones que se relacionan con el pensamiento ilógico.
La principal emoción que conduce al tilt es, de hecho, el miedo en todas sus formas. Si el cerebro se siente amenazado, se pueden producir fuertes respuestas emocionales que limitan la capacidad de pensar con claridad. Se ha demostrado que las funciones cerebrales se reducen cuando las emociones son demasiado altas. Siempre que estas funciones cerebrales comienzan a reducirse debido a la emoción, está experimentando una situación de tilt, en un grado u otro.
Esto significa que para erradicar el tilt por completo, debe enfrentar sus miedos más profundos …
Artículo de Craig Bradshaw