Cuando la gente mira a los jugadores que se han convertido en celebridades, con brazaletes de oro adornando sus muñecas y millones en el banco, a menudo se preguntan cómo un jugador llegó a ese punto en su carrera. Si simplemente tuvieron mucha suerte en un gran torneo, o si tuvieron que trabajar como locos durante muchos años. A menudo, la verdad está en algún punto medio entre los dos, y este hecho ciertamente suena cierto en el caso de Daniel Negreanu.
El billar y el descubrimiento del póker
Daniel Negreanu emprendió su camino hacia el estrellato del póker entrando primero en los salones de billar y fuera de las aulas, esencialmente renunciando a su educación cuando estaba en décimo grado. Su sed por descubrir las complejidades de los juegos y mejorar en ellos, fue evidente incluso en estos primeros años, donde bien temprano comenzó a ganar algo de dinero jugando billar. En ese tiempo, conoció a Evelyn Ng y merodeaban junto a un grupo de amigos que disfrutaban competir en el billar, donde pronto descubrió un fuerte impulso interior por ganar. Negreanu describe una sesión de billar en la que jugó contra alguien por $2, y su oponente seguía queriendo jugar doble o nada cada vez que perdía. Al final del día, terminó debiendo 4.096 dólares al niño de 16 años Negreanu. Nadie parecía capaz de igualar su determinación por mejorar y ganar en los juegos, y esto es algo de lo que Negreanu siempre ha hablado como una de sus fortalezas.
Evelyn Ng habla de su vida con Daniel Negreanu en el billar
Toronto, Jugando en casa
A pesar de sus tempranas habilidades, Daniel Negreanu no siempre tuvo un bankroll cómodo con el cual sostenerse, él asegura que fue a la ruina en numerosas ocasiones. El punto de despegue entre tener fondos y estar en la quiebra ocurrió en su ciudad natal, Toronto. A pesar de ser meticuloso al llevar cuentas de sus ganancias y pérdidas, sin mencionar sus gastos, y también clasificar sus sesiones en función de cómo sentía que jugaba, el bisoño profesional todavía no seguía una adecuada gestión de bankroll en sus comienzos. Construyó y reconstruyó su bankroll jugando Limit Holdem en juegos privados, a menudo en un club llamado Check&Raise. Sin embargo, cuando uno de los aficionados de ese juego decidió abrir su propio club de póker, los jugadores regulares lo siguieron, a pesar de que el lugar era un serio paso en falso con relación a su antiguo club. A pesar de todo, eso le dio a Negreanu una lección de póker, quien aprendió que, como profesional, debes dejar que el aficionado elija el juego y el lugar.
A pesar de la competencia por ganar en estos salones de juego, aún quedaba un atisbo de amistad entre los que jugaban, como lo demuestra el robo que se produjo en una sala de naipes en que Negreanu jugaba una noche. Sin tener joyas y solo con fichas de casino en lugar de efectivo, no podía cumplir con los ladrones, que pidieron que todos los jugadores pusieran su efectivo y objetos de valor frente a ellos. El hombre a su lado rápidamente sacó algo de efectivo de su propia pila y lo colocó frente a Negreanu antes de que los ladrones se dieran cuenta, salvándolo así de una posible golpiza.
La Experiencia de Las Vegas
Como era un joven con ansias de triunfar, Las Vegas era como un sueño para él, quien describe sus primeras experiencias allí en 1996 como “escalofriantes”. La historia que rodea al Casino Horseshoe siempre fue importante para él, y describía el lugar como “inmundo y sucio, pero se sentía como póker”.
Negreanu describe que se arruinó varias veces en aquel entonces, pero nunca lo tomó de la misma manera en que otros lo hacían. Al día siguiente, siempre regresaba directamente a las mesas para tratar de acumular cualquier pequeña cantidad de dinero que pudiera juntar. Aprendió con cada experiencia, y le tomó bastante tiempo destrozar Las Vegas para convertirse en un profesional de elite. Mientras tanto, jugaba satélites durante la WSOP, Negreanu no competiría en su primer evento completo de la Serie Mundial hasta 1998.
El Brazalete que lo cambió todo
Un día de 1998, mientras jugaba en un satélite para un evento de la WSOP, Negreanu se encontró sentado junto a Todd Brunson. Habiendo aprendido algunas duras lecciones sobre prestar dinero y banquear gente en los meses anteriores, el joven canadiense tenía poco efectivo y, al ganar el satélite, iba a cobrar el asiento ganado en lugar de jugar el torneo. Sin embargo, Todd Brunson lo convenció de lo contrario, ofreciéndose a comprar una parte de su acción; después de aceptar, la carrera de Negreanu cambió para siempre. Ganó el evento Pot Limit Holdem de $2,000 por $170,000 para convertirse en el ganador de brazaletes más joven de la historia, un galardón que mantuvo hasta 2005.
Habiendo ganado una mesa final que incluía a Johnny Chan, Erik Seidel y Dan Harrington entre otros, el viaje de Negreanu desde los salones de billar hasta ser campeón de póker se completaba. Su trayecto nunca fue fácil, y sufrió muchos retrocesos en el camino. Sin embargo, incluso cuando el dinero se acababa, su carácter nunca flaqueó. Perseveró, siguió buscando oportunidades y nunca se mostró negativo después de ser derribado. Esa actitud es algo de la que todos podemos aprender, y es quizás el factor definitorio que ayudó a Daniel Negreanu a convertirse en la estrella mundial que es hoy.
Daniel Negreanu describe la experiencia de ganar su primer brazalete
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Artículo de Craig Bradshaw